Es el nombre otorgado a las criaturas que deambulan por el Bosque de los Pinares, producto de la necromancia, debido a su ligero parecido con un venado en avanzado estado de descomposición.
Origen[]
Fueron creadas por Carmine Farwell durante sus experimentos con magia negra llevados a cabo en su guarida en el Bosque de los Pinares mediante la manipulación de la vida vegetal con la necromancia empleando cuerpos humanos y de algunos animales como parte de la conspiración de Leonardo Sarlevio.
Apariencia[]
Son seres conformados por diferentes órganos en descomposición, tanto humanos como de otros animales, atados entre sí mediante materia vegetal, para dar la forma de un ser cuadrúpedo con enormes astas con una bizarra apariencia de un venado tanto en tamaño como en forma. Su piel se encuentra totalmente putrefacta, combinada con materia vegetal muerta. Sus hocicos tienen forma de lanza y en el sitio donde deberían de tener los ojos, les crecen unas grandes orejas de murciélago. Sus patas terminan en filosas zarpas con forma de raíces capaces de clavarse profundamente en el suelo para darles un impresionante agarre. Sus lenguas están hechas de tramos de intestino grueso y sus mandíbulas están saturadas de dientes.
Comportamiento[]
Se caracterizan por ser criaturas sumamente agresivas, rápidas y ágiles, atacando mediante grandes saltos a sus víctimas para después asesinarlas con sus mandíbulas. Según la narración de Hugo Celso, no solamente son capaces de desplazarse por tierra, sino también por agua. Atacan en manadas, percibiendo a su presa mediante el olfato y el oído dado que son ciegas. Al parecer, roban los órganos de su víctima para añadirlos a su cuerpo y hacerse más fuertes.
Biología[]
Los Venados de la Perdición no son exactamente criaturas vivas, puesto que todos sus órganos son de diversos orígenes y encima de ello, están en avanzado estado de descomposición, manteniéndose unidos entre sí gracias a fibras hechas de materia vegetal. Tanto su capacidad motora como comportamiento son explicados por la magia oscura que reside en su interior, sin la cual, estas criaturas serían simplemente amasijos de carne grotescos, pero inofensivos.
Debilidades[]
Dado que su anatomía está conformada de diversos órganos descompuestos unidos entre sí mediante materia vegetal, un simple disparo de arma de fuego o un golpe bien colocado son suficientes para hacer que las criaturas se desbaraten, siendo incapaces de volver a ponerse en pie. Probablemente también sean susceptibles a los amuletos contra la magia negra teniendo en cuenta su origen por necromancia.
Trivia[]
- El nombre Venados de la Perdición jamás es usado dentro de la novela de La Comisión Secreta: Orígenes, sin embargo es el nombre clave con el que se conoce a las criaturas para fines de clasificación.
- La inspiración para el diseño de las criaturas surgió al escuchar el tema "Beautiful people" de Marylin Manson.